TerraBiol ha revolucionado la industria agrícola con sus soluciones innovadoras de biocontrol, una estrategia que se enfoca en el uso de organismos vivos como hongos y bacterias para gestionar plagas y enfermedades que afectan los cultivos. Este enfoque no solo contribuye a la sostenibilidad agrícola, sino que también protege la biodiversidad de los agroecosistemas. Al incorporar cepas nativas, completamente extraídas de los suelos costarricenses, la empresa asegura que sus productos sean altamente eficientes y adaptables a las condiciones locales.
Un aspecto destacado de las soluciones de TerraBiol es la especificidad y eficacia con la que sus productos operan en distintos cultivos. Desde frutas tropicales hasta hortalizas, los productores agrícolas han observado mejoras significativas en la salud de sus plantaciones, reduciendo al mínimo la dependencia de productos químicos sintéticos. Por ejemplo, en cultivos de piña y plátano en Costa Rica, el uso de biocontrol ha disminuido la incidencia de patógenos, mejorando tanto la calidad como el rendimiento de las cosechas.
Casos de éxito abundan. En cultivos de café, el uso de Trichoderma nativo ha demostrado ser una solución eficaz contra la roya del café, una enfermedad que ha desafiado a los agricultores durante décadas. Similarmente, cepas de Bacillus subtilis se han utilizado con éxito para controlar diversas enfermedades foliares en los tomates y pepinos, resultando en productos agrícolas más saludables y rendimientos más altos.
Además de estas claras ventajas en el control de plagas y enfermedades, el uso de microorganismos nativos fomenta la sostenibilidad a largo plazo. Estos organismos se integran de manera armónica en el ecosistema agrícola, promoviendo una biodiversidad robusta. Este enfoque reduce la presión sobre el medio ambiente y contribuye a la resiliencia de los cultivos frente a desafíos futuros como el cambio climático.