Origen y Apoyo Institucional de Terra Biol S.A.
TerraBiol nació como una iniciativa innovadora del Laboratorio de Microbiología Agrícola del Centro de Investigaciones Agronómicas de la Universidad de Costa Rica. Este origen académico y científico fue el punto de partida que permitió fundamentar la empresa con un alto nivel de conocimiento técnico y especializado en biocontrol de plagas y enfermedades agrícolas. La concepción de TerraBiol como una spin-off académica facilitó la generación de productos y soluciones innovadoras, respaldadas por rigurosas investigaciones y ensayos de campo.
El proyecto empresarial recibió un apoyo institucional significativo por parte de la Dirección de Promoción de la Innovación y Vínculo para el Desarrollo (DIPROVID). Este organismo desempeñó un papel crucial al ofrecer recursos, asesoría técnica y financiamiento necesario para transformar el conocimiento académico en productos comercializables. Gracias a DIPROVID, TerraBiol pudo asegurar una base sólida desde sus primeros pasos, lo que ha resultado determinante en su éxito y crecimiento continuo.
Además, la colaboración de la Universidad de Corea ha sido esencial para el desarrollo de nuevas tecnologías y estrategias de biocontrol. Esta cooperación internacional no solo ha permitido el intercambio de conocimientos y tecnologías avanzadas, sino que también ha fomentado la implementación de prácticas agrícolas sostenibles en Costa Rica. A través de investigaciones conjuntas y proyectos colaborativos, TerraBiol ha logrado posicionarse como una empresa líder en el sector, ofreciendo soluciones únicas y efectivas para los agricultores.
El respaldo institucional y la colaboración académica han sido, sin lugar a dudas, pilares fundamentales en el desarrollo de TerraBiol Estas asociaciones estratégicas han permitido que la empresa se consolide como un referente en innovación agrícola, equipando a los agricultores con herramientas de biocontrol de alta calidad y efectividad, contribuyendo de manera significativa a la sostenibilidad y productividad del sector agrícola en Costa Rica.
TerraBiol se ha consolidado como un líder en la innovación de biocontrol de plagas y enfermedades agrícolas, ofreciendo alternativas efectivas y sostenibles a los agricultores de Costa Rica y más allá. Su enfoque diferencial radica en la utilización de cepas nativas de hongos y bacterias, extraídas de los propios suelos costarricenses. Estas cepas, adaptadas a las condiciones ambientales locales, demuestran una eficacia natural superior en la protección y mejora de los cultivos.
El proceso de elaboración de los productos de TerraBiol es meticuloso y comienza con la identificación y selección de microorganismos autóctonos. Una vez seleccionados, estos microorganismos pasan por un rigurosos proceso de cultivo y multiplicación, asegurando que las cepas mantengan sus propiedades beneficiosas. Posteriormente, los biocontroladores son aplicados directamente al suelo o a las plantas, donde actúan de manera específica contra diversas plagas y enfermedades comunes en la región.
Los resultados de aplicar estos métodos son notables. Diversas variedades de cultivos se han beneficiado de las soluciones de biocontrol de TerraBiol, incluyendo cultivos de hortalizas, frutas, granos y plantas ornamentales. Los agricultores han reportado una significativa reducción en la incidencia de plagas y enfermedades, acompañado de un aumento en la calidad y el rendimiento de las cosechas. Además, el uso de biocontroladores nativos ha demostrado ser una práctica sostenible, ya que reduce la dependencia de pesticidas químicos, ayuda a preservar la biodiversidad y minimiza el impacto ambiental.
El compromiso de TerraBiol con la sostenibilidad agrícola se refleja en cada paso del proceso, desde la investigación científica hasta la implementación práctica en los campos. El empleo de biocontroladores nativos no solo ofrece una solución efectiva contra las plagas y enfermedades, sino que también promueve un equilibrio ecológico, manteniendo los sistemas agrícolas saludables y resilientes. Así, TerraBiol se posiciona como un pilar fundamental en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y responsables.